Grace Jones


Grace Jones
"Nightclubbing"
(Island Records, 1981)

Estas vacaciones me he sentido mejor persona por varias cosas: he resistido el visionado de "Jumanji" con mis suegros, he impedido que una rana muriera aplastada por los torpes pasos de mi santa y he comprado la insignificante cifra de dos (2) discos en quince dias. Sí señor, joder, total de gastos en shopping: 14 euros.
Uno de los dos discos que he adquirido es "Nightclubbing", de Grace Jones. Un LP que ha servido para que gente de mi alrededor mueva su cabeza con una mezcla de incredulidad y resignación o para que me tiren encima la inevitable dosis de befa y escarnio que la gente ignorante vierte sobre los iluminados como yo. No tenía ningún disco de ella y me lo he comprado porque leí hace tiempo que éste es su mejor disco y porque Island Records y Chris Blackwell me caen simpáticos de cojones. Además, en la grabación de "Nightclñubbing" intervienen dos de los mejores músicos de sesión que ha dado la historia de la música jamaicana de los últimos, digamos, 340 años: Sly Dumbar y Robbie Shakespeare, una sección rítmica que ofrece la garantía de los ganadores.
Todavía no lo he escuchado, espero que esté bien.
Con este disco ponemos fin al ciclo patillero de Discos de los 80.

Gracia
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Talk Talk


Talk Talk
"Laughing Stock"
(Polydor, 1991)

Bueno, este disco no es de los 80, pero Talk Talk estuvieron activos mayormente en esa década.
"Laughing Stock" significó el punto final de la banda y desde entonces su líder, Mark Hollis, no ha hecho mucha cosa más (tan sólo un interesantísimo album en solitario), lo que no ha hecho sino agrandar la aureola mítica de este fantabuloso, inclasificable disco. El ambiente del disco es en general bastante sombrío y experimental, principalmente debido a las voces de Hollis, pero encontramos referencias al jazz del Miles Davis de "In A Silent Way" o explosiones de feedback que no dan sensación de liberación sino de más bajona. "Laughing Stock" es un disco de maduración lenta que se puede emparentar con Brian Eno, Portishead o algunas cosas del post rock que vendría muy poco tiempo después. El perfeccionista líder de la banda, Hollis, puso toda la carne en el asador en la producción de este disco. La banda ya no hacía giras y se sentía cerca de su final. El resultado es un magnífico canto de cisne, la clase de disco que un grupo hace cuando ya se la suda lo que le digan desde el sello que paga la grabación.  
Una de las mayores obras maestras ocultas que quedan en el underground, Pitchfork le prestó la atención que sin duda merece este discazo cuando lo nombró el 11avo mejor de la década de los 90. Sobretodo que no os pille con la guardia baja, porque os puede joder el día.   

Talk Talk

Ike Yard


(random foto sacada de Google Images)

Ike Yard
"1980-1982 Collected"
(Acute Records, 2006)

A menudo pienso en lugares y momentos históricos en los que me gustaría haber tenido oportunidad de vivir. Uno de ellos sería el Lower East Side de Nueva York a principios de los años 80, cuando el Soho era un sitio chungo de cojones y las criaturas de la noche dominaban el lugar con sus peinados extraños, su nihilismo indisimulado, su creatividad puramente underground y sus drogas cafres.
La Noche Neoyorquina de los 80. Básicamente a eso es a lo que suenan Ike Yard, una de las pocas bandas americanas que fueron editadas por Factory en su día (también tuvieron sus quince minutos de fama porque se conoce que uno de los miembros del grupo fue noviete de Madonna).
Supongo que se le puede llamar Post punk, No Wave, Jaco-Dub, proto-Kraut Hip Hop o retrofuturismo minimal del Apocalipsis del Nuevo Día. Si os molan Cabaret Voltaire, Suicide, Can, Liquid Liquid, Throbbing Gristle, Swans, DNA, el primer disco de Sonic Youth, PiL, Esplendor Geométrico, DAF y básicamente todo aquello que suene oscuro, obsesivo-compulsivo y que no llegue a explotar en ningún momento, éste es vuestro disco. Por supuesto es un disco apestosamente artie, si quereis estribillos y guitarras identificables con progresiones de ésas que habeis escuchado un millón de veces antes, Ike Yard no os lo pueden dar. Kode9 dijo en su dia que éste era el primer disco de Dubstep de la historia, algo que a priori puede parecer una boutade como una catedral, pero que a medida que te familiarizas con el sonido del grupo, tiene todo el sentido del mundo. La vibración y el groove catatónico de las canciones de Ike Yard están en sintonía con grandes discos de Dubstep contemporáneo (Kode 9 o Skull Disco, sobretodo). Cajas de ritmo que no siguen un ritmo sincopado, efectos sonoros, voz de ultratumba que habla-canta, frondosas capas de subgraves, repetición, obsesión.
La clase de disco que tiene 30 años pero que se podría haber publicado ayer por la tarde, una sensación parecida a la que sentí al escuchar a This Heat por primera vez, por ejemplo. Una obra maestra, canciones y sonido absolutamente personales, fuera del espacio y del tiempo.  
Ya me daréis las gracias cuando me veais.

Ike
Yard       

The Feelies


The Feelies
"Crazy Rhythms"
(Stiff, 1980)

En los 80 se hizo muy buena música, sí señor. Es fácil decir que en los 60, los 70 o incluso los 90 se hizo mejor música, pero en la década del fluor y de las hombreras se grabaron grandes discos (no hablo de Yes o Camel, también se grabaron unos cuantos discos de mierda). Estos dias hablaremos de algunos de esos discos de culto que trascienden la época en que fueron creados, que se convierten en asteroides musicales que giran en su propia órbita.
Uno puede encontrar rastros de The Velvet Underground, de Modern Lovers, de Television o incluso del krautrock, pero lo de los Feelies es algo único. Si tenemos en cuenta que los componentes del grupo vivían en los típicos suburbios de New Jersey (catedrales del aburrimiento y la monotonía), sorprende todavía más el vitalismo que desprenden las canciones del grupo. "Crazy Rhythms" es un disco absolutamente especial: sin miedo a crear desarrollos rítmicos sostenidos, los Feelies también demuestran un olfato melódico infalible y un portentoso dominio de las técnicas de producción (el inicio del disco es una buena muestra de ello).
Un disco intemporal que mantiene intacta toda su frescura.

Feelies

Stevie


“Stevie”
(Steve James, 2002)

Steve James ha realizado dos de los mejores documentales longitudinales (en los que se sigue el curso vital de un grupo de personas a lo largo de varios años) que he tenido oportunidad de ver: “Hoop Dreams” (1994) y “Stevie” (2002). El segundo en concreto es una película especial, porque el propio Steve James forma parte de la historia, de lo que se está documentando: resulta que James formó parte de un programa educativo a través del cual entró en contacto con Stephen Dale Fielding (Stevie). Durante un tiempo, James fue el “hermano mayor” adoptivo de Stevie, un chaval problemático que había sido víctima de abusos sexuales y con un cuadro familiar realmente complicado. James perdió el contacto con él al abandonar la universidad y el programa del “hermano mayor” y durante 10 años no supo nada sobre él. El documental, como el propio autor explica a lo largo de las distintas narraciones en off que aparecen en el film, es un intento de recuperar la relación, de ponerse al día. Por un lado se continúa la premisa del programa del “Hermano mayor” (ofrecer una guía o apoyo a alguien con un riesgo de exclusión social bastante alto), pero al mismo tiempo vemos cómo el autor lidia con sus propios remordimientos de conciencia, que al mismo tiempo se convierten en los del espectador. Cómo se hace para evitar que alguien que tiene todos los números para joderla acabe jodiendo su vida? En inglés hay una expresión que describe muy bien a las personas como Stevie, “accident waiting to happen”. Cómo se pueden evitar estos “accidentes”? “Stevie” muestra el intento de James por comprender el complicado entorno familiar y emocional del protagonista (no hace falta decir que no hay sueño americano que valga para ellos). El resultado es un retrato de una intensidad y sensibilidad sobrecogedoras, del que se deriva una lectura política y ética: el sistema actual fracasa al no poder garantizar la rehabilitación de personas con el perfil de Stevie y es urgente cambiar las políticas sociales que afectan a las clases más bajas, las invisibles, la “basura blanca” que compra en Wal Mart, que abarrota los corredores de la muerte y que es carne de cañón en la guerra de turno.
Obra maestra total y absoluta.

Enlaces:

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Subs

Betunizer


Betunizer
“Quien nace para morir ahorcado nunca morirá ahogado”
(BCore 2010)

Un Betunizador es una máquina de uso industrial que convierte los materiales de cobre en amianto galvanizado capaz de aguantar altas temperaturas. La versión anglificada del nombre de esta máquina es Betunizer, un power trio de la Comunidad Valenciana que son a la música popular lo que los bocadillos de chinchetas a la gastronomía.

Los tres componentes del grupo vienen de bandas como Zener, Estrategia Lo Capto!, Mentat y La Orquesta del Caballo Ganador, lo que en mi opinión es un buen curriculum. Cuando los vi en directo hace unos meses, los catalogué rápidamente (estas cosas funcionan así, ya sabéis) como un grupo de esos que se hacen pajas con el catálogo de Touch & Go sección Shellac. Al cabo de unos minutos ya vi que la cosa no era tan simple y que, si bien se puede decir de manera groseramente generalista que Betunizer hacen “caña”, quedaban huecos por rellenar. A priori un grupo que suena a una extraña mezcla entre los Minutemen y Unsane tiene que molar y el priori se cumple. En directo y en disco. “Quien nace para morir ahorcado nunca morirá ahogado” (BCore 2010) es uno de esos discos que desprende agresividad (Unsane, sí, pero también muchas otras cosas de Amphetamine Reptile o Touch & Go), pero que no le hace ascos a estructuras mucho más dinámicas y modernas (factor Minutemen, everybody!). Es un disco de los que no te hacen pensar en tu novia, sino que te hacen pensar en emborracharte y saltar encima de los coches. Tienen algunos puntos oscurotes, pero en general Betunizer son de los que arrean zurriagazos sin razón aparente y, además, sin cohartada experimental. La voz del cantante no parece muy agobiada por la vida moderna y las letras son más arties que oscuras. Ahora que lo pienso se podría decir que las letras de Betunizer son “oscuramente arties” y quedarnos tan anchos. Pequeños detalles que me gustan de los grupos: los títulos de las canciones. Se puede saber si un grupo mola sólo por el título de las canciones. “Repaso de Huecos”. “Pantano del Ardor”. “Brascada Boulevard”. “Completo Galope”. (Mi favorito) “Terry y A Por Todas”. El disco fue grabado en directo un fin de semana de Marzo del 2010, a bocajarro, en los Estudios de Santi Garcia. Por cierto, algunos puntos también recuerdan a No More Lies, otros que combinaban como nadie mathrock, rock y noise rock (3 tipos de rock en un solo grupo, un lujo). Muy recomendado, pero prohibido escucharlo un domingo por la mañana, eso sí.

El disco lo podeis escuchar entero en su maispeis.

Male Bonding



Male Bonding
"Nothing Hurts"
(Sub Pop, 2010)

Últimamente he estado escuchando un par de discos de uackanroll potente y guitarrero, de ése que Nunca Morirá. Male Bonding y Betunizer. Hoy hablaremos del primero y mañana del segundo.
Male Bonding pueden gustar tanto a los fans de No Age que llevan pantalones de pitillo como a los de Mudhoney que llevan tejanos rotos. Son de Londres y un par de componentes del grupo habían tocado en -PRE (jarana ruidosa editada por Skin Graft). En general tocan bastante rápido, tienen un componente melódico bastante acentuado y las guitarras son de ésas que te despeinan el flequillo. Ausencia total de vocación experimental, algunos medios incluso los han comparado a Nirvana (un disparate) o a los Wipers (demonios, sí). Hacen lo que mil grupos han hecho antes que ellos, pero lo hacen con frescura y tienen algún gancho bastante original. La clase de disco por la que Sub Pop debería matar. Que no se me os pasen!

Male Bonds

Jeremiah Jae


Jeremiah Jae
"Eating Donuts and Other Refined Foods"
"DXNCE" (Brainfeeder, 2010)

Jeremiah Jae es uno de esos fichajes de Brainfeeder (el sello de Flying Lotus) que te dejan con la boca abierta: Lorn, Ras G, Gaslamp Killer... Este chaval de Chicago también hace videoarte y diseño gráfico (como ya habréis podido adivinar por el estilismo que se gasta en la foto). Algunos de sus youtubes son una ida de olla bastante importante, en el buen sentido de la ida de olla. Aquí podeis ver uno y aquí otro.
Musicalmente Jeremiah Jae (también conocido como Jae R) encaja perfectamente en Brainfeeder y se podría decir que el artista del sello con quien tiene más afinidad sería el gran Ras G. El elemento principal de su música es la psicodelia y los aires experimentales. Aquí se fuman perolos de calidad. Lo que hace este hombre no es Wonky del que se puede pinchar alegremente en un club para que bailen los ingleses. Aquí reina la oscuridad. De momento ha publicado una (muy correcta) mixtape titulada "Eating Donuts" en la que tiene los santos cojones de remezclar a Madlib, J Dilla y Flying Lotus y un EP de diez canciones ("Dxnce") absolutamente glorioso que no se puede escuchar sin cinturón de seguridad. 

Donuts

DXNCE